Alcaraz saldrá al aire libre con un trío de madurez, ante Rublev y el enfriamiento, a vivir en Turín
Respirar Carlos Alcaraz al final de la Copa de Maestros con una victoria de orgullo et tirita en la nariz ante Andrei Rublev. Reunir a los españoles con la primera final y utilizar un balón de oxígeno para seguir con vida, jadeante, de medio pulmón, pero aún en esta final ATP para todos. Un trío ante el ruso y su propio cuerpo castigado por el enemigo. Lleva otro nivel en tu crecimiento tenístico y acepta que no siempre puedes ser perfecto el día de la fiesta.
|
6 |
7 |
|
4 |
6 |
Rublev, que jugó este mes en Madrid (4-6, 6-3 y 6-2), es un jugador rocoso, que no deja respirar por esa gente que se convirtió en equipos y por ganar partidos finales. que intenta llegar a cualquier punto de la pista, llegar a cualquier posición, y rápido con la carga. Casi diría que no piensa, que solo ejecuta, a un lado, a otro y al de más allá. Una premisa que no favorece este alcaraz de disparo respiratorio en la nariz como medio de recurso para introducir algo más de aire en los pulmones congestionados.
Si Alcaraz está vivo desde el primer punto pretende olvidar a esta tirita sin tener que hacerlo también desde el primer punto. Dependiendo de su equipo quién es un jugador de sensaciones, que necesita hacer todo bien para poder desarrollarse y buscar el sonido, quizás demasiado pendiente todavía de si está todo al punto o no. Pero creó el murciano, ante esa complicada situación de Rublev, para él solo, y sumó un impagable cuerpo y garrotado desde dentro, desde la venta fortalecido en el carácter, en el alma y en la vorágine.
Tose y tose el murciano tras la toalla en cada intercambio, intentando esperar al virus y coger la fuerza y la vivacidad con quien afronta este noviembre de doble examen final, con dos Copas como premio final de un curso sorprendente.
Sufre Alcaraz, respirando agitadamente ante las fuerzas rivales y ante los prolongados intercambios. Pero hay un “vamos” contra “Vamos” durante tus partidos para exorcizar este enfriamiento. La fórmula funciona, entre una ya exquisita y un derecho del pueblo en septiembre a demostrar que se puede morder aunque no se pueda respirar.
El congestionado es, por tanto, Rublev. En teoría entraré en contacto con un Alcaraz de gas medio y saldrá solo ante la frustración de no saber cómo desenvolverse en los intercambios largos y su apuesta por que se encuentre con un muro que sube el murciano casi encima del base. No hay salida para el ruso, lo que permite una segunda «pausa» para insertar el conjunto del cebador.
Es un canto del aire para Alcaraz, crecido porque está pudiendo a Rublev en medio pulmón. Se destaca en el segundo capítulo con un fortalecimiento del primer servicio que te permite comer sin cansancio ni pérdida y luego puedes ir a los restaurantes, donde encontrarás el aire.
La grada lo envuelve en aplausos como si fuera una toalla, encantado l’Inalpi Arena con la murciano, qui deja quarrer avec son esfuerzo sobrehumano a punto de salir del aire, de lado a lado, de rojo a fondo, de defensa defendí que, sin embargo, me encontré con un error que no fue forzado con el ingreso cuando había hecho todo lo más difícil. Sonríe el murciano, agachado después para intentar recuperar una zona que no está sobra, sino que hincha el pecho de orgullo y aplausos.
Y el sonido se prolonga, la tirita no se rompe, porque se suelta para el final y el espectáculo es una bomba de oxígeno: esto se lo hizo al oro después de otra carrera maratoniana como misiles por parte del ruso al que responde estirado como un chicle hasta el límite del espacio. La grada, claramente, responde al grande y arriba con un “¡Carlitos, cásate conmigo!”.
Saca el lado nuevo con tus servicios, pero también liberarás a Alcaraz con tus servicios. Nadie está con un respiro, y la fiesta eléctrica de Rublev cambiando de zapato se convierte en uno de los intercambios de puro fuego que lleva la fiesta a un frenético tie break.
La que contuvo el extranjero con el público, colgado de un lado y de otro, con opciones para ambos bandos, con dos bochas de set para Rublev, con un doble cabezazo de Alcaraz, con una bola de fiesta de Alcaraz, con un balón al línea a milímetros de Rublev y con sonido de los grandes para Alcaraz cuando cumplía el reto de ganar a dos rivales: el ruso y el enfriamiento. Crece Alcaraz en su carrera, escuchando que nunca es perfecto para afrontar los partidos, pero que también puede desarrollar su tenis y agotar su sonido.