Entonces convertirás las Sucias Aguas del Sena en una mina de oro para España
De espaldas a la luz de la luna y su habitación en la Villa Olímpica de Dani Molina (Madrid, 49 años) se ilumina como si estuviera enamorado. Él es móvil por la causa y no lo molesta excesivamente porque no quiere dormir en la playa poco después de un día. Las dichasas aguas del Sena y su contaminación están en constante tensión, con todos los deportistas que participan en el Triatlón París 2024. La competición está ahí, ya que se desarrollará en los Juegos Olímpicos, y un nuevo regreso complica mucho su preparación. en el calendario de preparación.
La tensión está en su punto máximo cuando lees el mensaje. “Tras una reunión sobre la calidad del agua del Sena, la Federación Mundial de Triatlón París 2024 y las autoridades francesas decidieron que la prueba competiría esta luna”, señala el texto. La organización tiene un poco de trabajo, porque se basa en los resultados del día anterior y está haciendo un nuevo análisis del estudio, como es habitual. Pero la decisión está ahí. En la Villa Misma, Susana Rodríguez (Vigo, 36 años) recibe el mismo mensaje. Ellos son los protagonistas españoles en la emblemática prueba y, 12 horas después, dos oros cuelgan de sus cuellos.
Pero eso aumenta las expectativas, que seguramente es lo más difícil para el deporte de élite, pero cada vez tiene un papel que desempeñar a su manera. Molina, que debutó en el Triatlón Paralímpico en 2017, 2018, 2019, 2022 y 2023 (este año amplió las categorías), tuvo tiempo de vivir las primeras fases para lograr una remontada épica en el tranvía al final, 5 kilómetros. por carretera entre 750 metros y 20 kilómetros en bicicleta.
El madrileño se impuso al alemán Max Gelhaar y al holandés Nico van der Burgt en 51 segundos pero, como aseguró después a Molina, todo estaba controlado. “Mi contratista y nosotros sabemos que tenemos un margen de tiempo para perder la bicicleta. Podemos bajarnos y cogerles. Si es así, sabe que está muerto. Porque soy el mejor en esta categoría”, aseguró Molina con confianza.
Además, el resto es importante para la calidad del agua del Sena. “Te fuiste de aventura en cualquier sitio, tienes el mar en una charca, en un río, en un lago, en pantalones o en el mar, para mí el agua es agua, y es agua en cualquier lugar. Es cierto que la organización debe entrenar para el futuro y que no puede retener a los deportistas sin saber si competirán al día siguiente. No descansas y te agobias», declaró el deportista, que perdió su piedra hasta los 19 años en un accidente de tráfico cuya víctima es ahora el nuevo rey de uno de los jugadores más agresivos del mundo del atletismo.
Si Molina brazó la epica para colgarse el oro, lo de Rodríguez esto provoca una victoria por abrasión. La ciudad acudió a la ciudad parisina con su cuerpo y la que, en junio, tuvo una gran oportunidad en el ciclismo durante el campeonato mundial de triatlón. Pontevedrauna que casi le cuesta la vida (“El casco evitó que nos matásemos”). Por este incidente estuvieron algunos hombres suyos, acompañados de su guía Sara Pérez, quienes podrían repetir el oro de Tokio 2020, y la respuesta no pudo ser la más polémica.
los italianos Anna Bárbaro Y Francesca Tarantello se desprende de la piel para acercarse a Rodríguez, pero no hay persecución al respecto. La galería se difundió en todo y en cada momento y su venta frente a sus rivales permitió rebasar los dos minutos y el medio. “No soy una persona muy hábil con la bicicleta, los pedales se sienten bien, pero tomo curvas que no son mi punto fuerte. Entonces está muy bien, la caída de Pontevedra me generó muchas cosas y es algo que nos llevó a trabajar bastante. El entrenamiento de Susana me ayudó a ganar confianza. Él trabaja con mi psicólogo y la verdad es que está muy tranquilo”, comentó Pérez en la zona mixta sobre la forma en que había manejado el accidente en junio.
En cuanta agua, Rodríguez Mostró mucha más preocupación que Molina y era habitual verlo en los días previos a la gran final con una máscara de buceo durante un entrenamiento a la sombra del Sena, con la intención de eliminar las bacterias que fueron enviadas al hospital en varios triatlones en los Juegos Olímpicos.
El triunfo de Rakel Mateo
Es cruel y magnífico el triatlón a partes iguales, un registro laberíntico que eleva todos los límites a los deportistas en cada paso que dan, tanto en el ámbito biológico como en el mental. Pese a todo, la fiesta española fue total en cubierta Alejandro IIIMeta improvisada por la organización, en el mismo centro de la gala capitalina, con la platería de Marta Francés y el bronce de Nil Riudavets en la categoría PTS4. En particular, La Ciudad Real recibió una bandera de España de manos del ex ministro español y actual presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, antes de viajar por el meta.
Los mandatos quedan ilustrados por las cuatro medallas conquistadas y se calcula si podrá superar las 36 de Tokio. Pero me parece que pocas personas tienen idea de lo que es finalizar su ensayo en ese momento. Raquel Mateo. Hace 49 años fue el último de su serie, pero el único momento final fue una victoria de Victoria.
Comenzó a llorar, incluso a convulsionar. No es solo una anorexia que ha existido desde los 12 años hasta los 22 años, pues en 2020 decidió amputar la piedra que la sostenía en las competencias, esta fue aplastada por una carga de unos cuantos kilos cuando trabajaba en un súper. Los metales acompañan a los campeones, pero su historia es la de Rakel que no puede estar movido en uno de los Juegos Paralímpicos.