Fran Garrigós, bronce, primera medalla española
La primera medalla para España en París la trajo el dorsal del judociano Fran Garrigós, bronce en la categoría de -60 kg frente al georgiano Giorgi Sardalashvili en el estreno de esta disciplina en los juegos. El madrileño de 29 años salió al final de la espina de sus dos primeras experiencias olímpicas en Río y Tokio, donde cayó eliminado en las primeras etapas del cambio y fue la séptima etapa del judo español, el segundo masculino tras la conquista de Ernesto Pérez. Lobo en Atlanta 96.
Garrigós llegó al oro tras un ciclo olímpico tan perfecto que le llevó a proclamarse campeón del mundo en 2023, pero un error en la prórroga de semifinales ante el subcampeón Yeldos Smetov, que tras levantar el oro, lo tiene ya con un precio menor.
En la pelea por el bronce, Garrigós se lanzó con un Waza-Ari en la prórroga tras un combate muy igualado a lo que hacían sus últimas fuerzas. Luego fue directo a financiar un premio con Quino Ruiz, su empresario, que entrará en el grado también con la esperanza de felicitar a sus padres.
Para explotar la medalla francesa que supera una jornada maratoniana, con dos victorias en una mañana de tensión. Fran sufrió los nervios en el primer combate ante el belga Jorre Verstraten. En tu cabeza, inevitablemente, se acumulan los dos fracasos iniciales de tus dos anteriores experiencias olímpicas. Ni en Río ni en Tokio habían logrado pasar el primer duelo. Y seguí la lección de aprendizaje. Los rivales, uno a uno, no piensan en medallas.
No es fácil para la belga, que se encontró en una ronda anterior y se dirigió hacia los músculos calientes. El madridista está empleado a pleno para remontar esta primera escalada del resultado cuando cruzó los dos minutos y la prórroga. “El primero es el peor luchador de todos los tiempos”, dijo Garrigós, lleno de sudor tras aquella primera explosión y sin tiempo para recuperarse antes de afrontar la segunda invitación. «Él cometió algunos errores por mí, conoció a los mejores cada vez mejor».
Y lo demostró, eso sí, en lo más alto con el japonés Ryuju Nagayama, que nunca había sido destrozado. «Voy a hacerlo mucho mejor a partir de hoy, es verdad», declaró a los periodistas el vaticinaba Alejandro Blanco, presidente del COE y exjudoca, presente en el pabellón acompañando a la ministra Pilar Alegría. Posteriormente se unieron con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado de su esposa.
Fran salió más agresivo, más convencido de sus posibilidades. La iniciativa se puso en marcha y su premio por tres minutos de combate se alcanzó cuando su rival acabó con un “Katate jime”. Ippon y tus puntos finales. No es el caso del asiático, que se negocia a mano en español y dura varios minutos sobre el tatami solicitado para su derrota. Quizás lo importó Garrigós, por ahí se fue la camiseta esperando una semifinal que se lanzara a la lucha por el oro.
Hubo un error ante Smetov y el pequeño engaño que no permitió completar la triple corona (Garrigós es el campamento mundial y europeo), pero se rechazó para no dejar el trabajo a los medios.
Con Garrigós era el primer día de Laura Martínez en la categoría de -48 kilos, que se encontraba a las puertas del podio tras quedarse con el bronce ante la francesa Shirine Boukli. Martínez, compañero de entrenamiento de Garrigós y a las órdenes de Quino Ruiz, hizo los rounds finales de manera suntuosa y pudo ser el punto de la campaña, pero pudo llegar al combate decisivo. Estarás más cerca de la conversión en un mar de lágrimas en la zona mixta.