Rayo 1 – AT. Madrid 1: El Atlético ataca a Vallecas
Es en Vallecas el escenario del segundo partido madridista de la jornada, en este caso en la capital entre Rayo y Atlético de Madrid. Reconvertido el estadio en el trigésimo tercer departamento de Colombia detrás de la legada de James, que sale como suplente, las camisetas amarillas y las banderas tricolores se entremezclan con las franjas rojas. La afición rayista la descubrió, en el año de su centenario, de la mano de Prudencia Priego, fundadora del club. “Viva la madre que nuestro parió” dice el tifo con lo que la parroquia vallecana recibe en los suyos.
Con tres encuentros durante una semana, por lo que los ambos técnicos han revolucionado los suyos en relación a sus últimos compromisos, cinco cambios introduce Íñigo Pérez, con Simeone. Supongamos que el contexto local de mando del partido es de principio ante el permiso de los rojos, lo que responde a la esperanza de hacer transiciones rápidas ante el ascenso de la colchonera. Encuentra al profundo Llorente por la derecha, pero el mal controla a Sorloth cuando se dirige hacia el portaaviones frustrado por la primera oportunidad de la noche. Lino reconoce el balón e inicia la batalla para comenzar.
A partir de ahí, la fiesta se convierte en un monólogo radiante. Unai López y Ciss ocuparon su lugar en el equipo y en Isi en el punto de medios del puerto de vehículos. El ciezano asociado a Nteka, que se encontró en libertad en Embarba, porque se reincorporó en desaparición en busca del jefe del cargo correcto es rechazado por Oblak.
Las apariciones de Julián son las únicas que pueden llevar a boca la pasión atlética de una primera parte tétrica por parte de los suyos. El primero, uno de los espectáculos convertido no en el ya mano a mano con Batalla, sino que abrió demasiado la pelota y el meta argentino la ataca sin problemas. La segunda vez, surge una posible desaparición del área situada encima del más grande.
Los de Iñigo Pérez, que por tanto no estaban acostumbrados a traducir en ocasiones claras su campo, finalmente se toparon con el precio del oro más allá de la hora mediática. La conducta de De Frutos está ligada a la de Simeone y, pensando en todas las opciones disponibles en la delantera, el segoviano se encuentra en un informe difundido el mejor de ellos. El jugador lanza un paso tenso para que ponga dentro de su bota izquierda y se adhiera al Rayo, con el suspenso que será anulado por el asistente y concedido por el VAR por no cumplir con el lateral.
Ninguno de los dos se quedó en el marcador al que reaccionó el Atlético, respondido por la leyenda del descenso y las decisiones de su técnica. Simeone, además de Giménez por el lesionado Azpilicueta antes del descanso, se presentó por segunda vez ante Griezmann y Correa, para aumentar hasta cuatro los dorsales de una tacada.
Tras el paso de ropa, la plaza del colchonero es otra. Es posible dar más de cuatro pasos guiándote y avanzando hacia el transportista rival. Luego, apenas cuatro minutos después de iniciar rehabilitación, encaja con la situación. Pepe Chavarría no pudo interceptar el envío de Witsel y Sorloth quedó mano a mano antes de la batalla. En su intención de recuperar el meta, el balón va mucho más lejos, pero el noruego mantiene la posición y se dirige hacia la frontal de Gallagher, que empuja el balón hacia la roja con una rasurada precisa y de disparo.
Ahí está el Atlético, que ha cumplido su cometido con el empate, y entra por primera vez en el encuentro en el terreno de la disputa. La pose es alternativa, al igual que los acercamientos. En los cuatro minutos de los que hablaron de su debut el mes pasado, Íñigo Pérez tuvo la oportunidad de pensar en James para cambiar el rumbo de su encuentro, bajo con enorme ilusión por el que Vallecas reciba al colombiano.
La movilidad de Correa es la única arma del ataque rojiblanco, que no perturba la tranquilidad de la batalla. Nahuel se suma a la zaga y se alía con su compatriota, pero el delantero desaparece flojo y centrado. Mientras que la salida de Nteka facilita la tarea del central atlético y queda peligrosidad para las intenciones rayistas.
El Atlético vio al Atlético en los últimos minutos, pero un Rayo bien plantado peleó con acero y fue un empate valiente, que la grada celebra como trío. Por su parte, Simeone encajó su tercer pellizco en sus días e incluso cómo el Barcelona se distancia del líder en sus puntos. A partir de septiembre y 32 más hoy, La Liga invade al equipo rojo.