Yamal, un ’10’ sin magia pero con liderazgo

Yamal, un ’10’ sin magia pero con liderazgo

Cualquiera resultará especialmente atractivo para estas ciudades invasoras de las selecciones nacionales. Aparece sin ser invitado en mitad del calendario habitual de competiciones de clubes y suele provocar malestar, desconexión y somnolencia. Y ahora, muchacho. Incluido el pánico. En una agenda apretada, sin racionalidad y sin pie, jugadores y empresarios quieren no sufrir las lesiones más frecuentes un día al día.

Esto es lo que debió pasar por la cabeza de Lamine Yamal. El caballero azulgrana que se convirtió en el emblemático dorsal ’10’ con una de sus fantasías grupales, pero Kristensen decidió dar el primer aviso en forma de patadón. Ya era hora de descubrir un minuto de celebración, así como Yamal y el resto de compañeros, comenzaron a darle vueltas a la cabeza para que se juzgara la verdad en una desierta noche de octubre en Murcia.

Oportunidad perdida

La prestación extraordinaria del extremo catalán ha descendido en las últimas semanas, pero tampoco se ha salvado. Por el contrario, la pelota de deseo y sus numerosas apariciones siempre prometen estar en peligro. Últimamente, la mayoría ha hecho promesas inclusivas.

Especialmente doloroso para un futbolista que leyó el ’10’ en la espalda, lo que provocó una ocasión desesperada en el primer tiempo. Lamine recibió un pase interior perfecto de Porro, se plantó solo ante Schmeichel, adaptado al cuerpo y al estilo de seguridad… pero peleó sin la precisión habitual. La pelota se hace encima del larguero.

El Dio igual. Continuó sintiéndose y siendo protagonista. Fue entonces cuando llegué a la descarga. Los futbolistas se dirigieron al vestuario y Yamal, con la caída en la cabeza, fue enviado a reflexión. Y estaban pensando en algunos de los grandes hombres que tenían esa camiseta legendaria. Y puedo dejar constancia de que, además de talentos, estos dos garantes que posee, el 1 y el 0, indican liderazgo.

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Regresó al cesped con más ganas. Volvió a pedir que las surtiesen de balones, y sguió sguió endodado la muralla defensiva danesa desde su callejón diestro. Recibí desafíos, parte del recorrido, errores sin piedad y solo pude sortear una de estas carreras combinando velocidad, magia y muchos años, gol.

Sin embargo, este trabajo es insuperable y, por una vez, más oscuro que brillante, sin la física y la moral de los daneses. Es posible que esto se deba a que Yamal no vivió una noche de esplendor, pero las defensas no están al máximo de su fuerza. Los conocen, saben de lo que es capaz, el miran de reojo, el acosan y, si es menester, la tentación de aparecer en cualquier forma.

Además, desde hoy, cuando Lamine está en escena, su llamativo rival es el gigante número 10 que los creadores han incluido en la camiseta de la selección española. Sí, es algo que impone. Desde hace 17 años, es normal, es combustible. Sí, si hay alguien que es especial, que plantea cierta cualidad a los raudales. Lo que ya no es corriente es que exhibas madera de líder incluyendo en grises cuentros donde o que menos apetece est jugar al fútbol.